Cada momento en nuestra vida es único, y mucho más lo es cuando dichos momentos podemos compartirlo con nuestro seres queridos. La fotografía social se encarga de capturar dichos momentos y atesorarlos por el resto del tiempo, y mi labor como fotógrafo es tratar de capturar la mayor cantidad de momentos posibles.
Podría continuar diciendo lo excelente profesional que soy, de lo moderno que son mis equipamientos, de los años que traigo a cuesta dentro de este mundo de la fotografía de eventos sociales, y de lo especiales y únicos que son mis trabajos y mis precios, sin embargo la mejor cámara no te hace ser el mejor fotógrafo, ni la cantidad de personas que tengas al lado ni todos los laureles que uno haya conseguido o no a lo largo de la carrera que hayamos transitado.
De qué sirve el último equipo y el más caro con la mejor calidad de imagen si cuando justo pasó algo importante dentro de un evento yo no estaba ahí para capturarlo?. Cual es el valor real que tienen estas cosas anteriormente nombradas frente al valor emocional que podemos llegar a tener al momento de reencontrarnos con una situación determinada plasmada en una fotografía?.
Tener más o mejor equipamiento no me hace mucho más profesional que otro, porque al fin y al cabo, el profesional de la fotografía se diferencia del resto porque hace de ello justamente una profesión, obtiene un rédito monetario a cambio de sus servicios prestados. Todos los que trabajamos de esto, somos profesionales, alguno quizás sea más aplicado que otro, pero si hacemos las cosas porque nos gusta, más allá de ser un trabajo, puedo asegurarles que la diferencia se nota.
La fotografía de eventos, además de ser un trabajo para mi, es una vocación, disfruto de cada uno de mis trabajos porque cada uno es único, como único son los momentos que cada una de las personas vive en determinado momento.
Decidí que la portada de mi sitio sea así. Prefiero que las personas sepan cómo veo y cómo siento esto, antes que venderme a lo bruto, diciendo ser el mejor por el simple hecho de captar más posibles clientes.
Quiero ser transparente, quiero que me conozcan que sepan cómo trabajo y que sean ustedes mismos quienes luego me califiquen. Para mi, la relación humana está primero, por que de eso se trata la fotografía social, de calor humano, de sentimientos, de emociones, de risas y llantos de alegría. Eso es lo que nos hace humanos, eso es lo que nos hace sociables, y eso es lo que debe de ser reflejado dentro de la fotografía social.
Si alguna de estas cosas no me importasen, no hubiese decidido tomar este camino, hubiera sido fotógrafo de productos, de catálogo o lo que fuera, si total solo se me paga por sacar fotos pero para mí no se trata solo de "sacar fotos", sino de capturar un instante para siempre.
Gracias por leerme, gracias por haber llegado hasta aquí y si creen que puedo ser la persona adecuada para "atesorar" cada uno de sus momentos, quizás estén interesados en saber un poco más sobre mi servicio.
Trabajo generalmente en el Oeste del Gran Buenos Aires, vivo en la ciudad de Rafael Castillo, partido de La Matanza, razón por la cual la mayor cantidad de clientes son de mis alrededores. Esto no significa que trabaje pura y exclusivamente en mi zona, lo digo a modo de ubicación geográfica.
A su vez también realizo otro tipo de trabajos sociales, como ser eventos de danza y competencias deportivas cerradas, shows musicales y bandas.
No me especializo en trabajos con modelos ni productos, pero si aún así usted está interesado en contratar mis servicios para dichos planes todo puede ser conversable.
También ofrezco la posibilidad de realizar la cobertura en vídeo de los eventos mencionados.
Puede seguir navegando por el sitio donde encontrarán algunos de mis trabajos, un poco más de mí, una sección de blog donde iré publicando parte de los momentos compartidos junto a ustedes y un lugar para contactarme.
Gracias por su tiempo y espero que nos podamos llegar a conocer personalmente.
Mi nombre es Martín Díaz, y soy fotógrafo de eventos sociales.
Podría continuar diciendo lo excelente profesional que soy, de lo moderno que son mis equipamientos, de los años que traigo a cuesta dentro de este mundo de la fotografía de eventos sociales, y de lo especiales y únicos que son mis trabajos y mis precios, sin embargo la mejor cámara no te hace ser el mejor fotógrafo, ni la cantidad de personas que tengas al lado ni todos los laureles que uno haya conseguido o no a lo largo de la carrera que hayamos transitado.
De qué sirve el último equipo y el más caro con la mejor calidad de imagen si cuando justo pasó algo importante dentro de un evento yo no estaba ahí para capturarlo?. Cual es el valor real que tienen estas cosas anteriormente nombradas frente al valor emocional que podemos llegar a tener al momento de reencontrarnos con una situación determinada plasmada en una fotografía?.
Tener más o mejor equipamiento no me hace mucho más profesional que otro, porque al fin y al cabo, el profesional de la fotografía se diferencia del resto porque hace de ello justamente una profesión, obtiene un rédito monetario a cambio de sus servicios prestados. Todos los que trabajamos de esto, somos profesionales, alguno quizás sea más aplicado que otro, pero si hacemos las cosas porque nos gusta, más allá de ser un trabajo, puedo asegurarles que la diferencia se nota.
La fotografía de eventos, además de ser un trabajo para mi, es una vocación, disfruto de cada uno de mis trabajos porque cada uno es único, como único son los momentos que cada una de las personas vive en determinado momento.
Decidí que la portada de mi sitio sea así. Prefiero que las personas sepan cómo veo y cómo siento esto, antes que venderme a lo bruto, diciendo ser el mejor por el simple hecho de captar más posibles clientes.
Quiero ser transparente, quiero que me conozcan que sepan cómo trabajo y que sean ustedes mismos quienes luego me califiquen. Para mi, la relación humana está primero, por que de eso se trata la fotografía social, de calor humano, de sentimientos, de emociones, de risas y llantos de alegría. Eso es lo que nos hace humanos, eso es lo que nos hace sociables, y eso es lo que debe de ser reflejado dentro de la fotografía social.
Si alguna de estas cosas no me importasen, no hubiese decidido tomar este camino, hubiera sido fotógrafo de productos, de catálogo o lo que fuera, si total solo se me paga por sacar fotos pero para mí no se trata solo de "sacar fotos", sino de capturar un instante para siempre.
Gracias por leerme, gracias por haber llegado hasta aquí y si creen que puedo ser la persona adecuada para "atesorar" cada uno de sus momentos, quizás estén interesados en saber un poco más sobre mi servicio.
Trabajo generalmente en el Oeste del Gran Buenos Aires, vivo en la ciudad de Rafael Castillo, partido de La Matanza, razón por la cual la mayor cantidad de clientes son de mis alrededores. Esto no significa que trabaje pura y exclusivamente en mi zona, lo digo a modo de ubicación geográfica.
Me especializo principalmente en fiestas sociales:
- 15 años
- Casamientos
- Ceremonias religiosas en general (católicas y cristianas)
- Bautismos
- Comuniones
- 1er añito
- Todo tipo de agasajo.
A su vez también realizo otro tipo de trabajos sociales, como ser eventos de danza y competencias deportivas cerradas, shows musicales y bandas.
No me especializo en trabajos con modelos ni productos, pero si aún así usted está interesado en contratar mis servicios para dichos planes todo puede ser conversable.
También ofrezco la posibilidad de realizar la cobertura en vídeo de los eventos mencionados.
Puede seguir navegando por el sitio donde encontrarán algunos de mis trabajos, un poco más de mí, una sección de blog donde iré publicando parte de los momentos compartidos junto a ustedes y un lugar para contactarme.
Gracias por su tiempo y espero que nos podamos llegar a conocer personalmente.
Mi nombre es Martín Díaz, y soy fotógrafo de eventos sociales.